Un cuento Sobre Ruedas

Adaptación del cuento original de Eliana Navarro – Dirección de Cultura Ciudadana del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz

Esta es la historia de un Puma, una Serpiente y un viaje a través del viento y el tiempo.
Cada 100 años, 11 meses y medio día, los ríos subterráneos juntan sus corrientes y se reúnen para armar una gran fiesta.

El agua de esos ríos corre zigzagueante por toda la tierra y convive con una criatura que también se mueve en zigzag. En la última reunión de los ríos aparecieron las serpientes y pactaron escuchar a los habitantes de una ciudad llamada Nuestra Señora de La Paz que está muy cerca de ellos. Fue la Serpiente Mayor, a quien todos escuchaban, quien inicio la ceremonia.

Hablaba idioma serpiente, pero también idioma puma. —.Por qué idioma puma?— se preguntaron las corrientes de agua. La serpiente zigzagueo y luego de un rugido a todos declaro:
—Me develaron las pequeñas personas que viven en la superficie, que quieren seguir las ondulaciones de mi cuerpo, la suavidad de mis ángulos, vestir mis escamas y bailar con mis ganas, pero con la fuerza y la inteligencia de esta mi voz, que ruge sin comparación.

Rugió una vez más e hizo que una corriente se tranquilizara. La serpiente con rugido de puma salto sobre una gran piedra. Allí insistió —no cuestionen mis habilidades, pues ya sabrán de mis capacidades. En el asfalto, sobre la piedra y sobre la tierra necesitan mi destreza. Con un rugir sabrán que estoy pasando, con una mirada sabrán que estoy esperando. Brindare mi rostro fuerte, enérgico y seguro a todos los habitantes del futuro.

Una ola se exalto justo cuando la luna salió, y al mismo tiempo en voz baja susurro algo que nadie escucho. Inmediatamente, la Serpiente Mayor firmo con su cola el nombre tan vehemente designado sobre una cerámica que había a su lado —!PumaKatari es el nombre que propongo yo!— dijo la Ola, esta vez con un vozarrón.

En ese momento las corrientes corearon al mismo son —!PumaKatari serás, y a todos tendrás que acercar, a donde los habitantes quieran llegar!

El PumaKatari decreto entonces, en voz de serpiente y en voz de puma —cuesta arriba, cuesta abajo, iremos bordeando veredas, iremos ondulando, bordeando barreras, cuesta arriba, cuesta abajo, en orden iremos al destino que todos queremos.

Triunfantes salieron todos de aquella reunión, en la que juntos decidieron ayudar a la Serpiente Mayor y, con ella, a todos los habitantes de tan linda nación.
Y así sucedió que desde entonces se unieron la sinuosidad y la velocidad de la Serpiente con la audacia y la inteligencia del Puma. Así nació el PumaKatari, que con gran emoción repite a viva voz —!próxima parada, La Paz transformada!